Destacado

Los que tenían su marca lo seguían sin cuestionar, con una fe a ciegas. Alentado por el respaldo popular a sus incoherentes palabras, Satanás continuó su loco discurso

Los que tenían su marca lo seguían sin cuestionar, con una fe a ciegas. Alentado por el respaldo popular a sus incoherentes palabras, Satanás continuó su loco discurso: «Bienaventurado sois si me creéis sin cuestionar (felices los que creen sin haber visto), amad al Diablo y ofreced al Diablo, vuestro enemigo, vuestra otra mejilla para … Sigue leyendo Los que tenían su marca lo seguían sin cuestionar, con una fe a ciegas. Alentado por el respaldo popular a sus incoherentes palabras, Satanás continuó su loco discurso