Dios, escuchando su clamor, respondió. Naves imponentes en forma de platillos voladores metálicos, descendieron desde lo alto.

El mundo sin ley ni control. Los justos vivían en un mundo colapsado por la corrupción, la mentira y la violencia. No eran perfectos por naturaleza, sino por su rectitud, pues habían elegido la justicia y se mantenían firmes ante la opresión. En la tierra, la injusticia había alcanzado niveles insostenibles; el soborno era la norma. … Continuar leyendo Dios, escuchando su clamor, respondió. Naves imponentes en forma de platillos voladores metálicos, descendieron desde lo alto.